sábado, 23 de mayo de 2020

DANIEL GARCÍA-MANSILLA (1866-1953) UN EJEMPLO PARA LA DIPLOMACIA ARGENTINA.



          Nació en la Legación Argentina en París, Francia, un lunes 8 de octubre de 1866. Fue jurisconsulto, diplomático, escritor y sacerdote. Como él mismo lo relata, con ironía, en sus memorias: “los hijos de los diplomáticos nacemos entre dos baúles y tres valijas, donde podemos y como Dios manda”. Fue bautizado en su ciudad natal, el 12 de octubre de 1866. Dos años después partió con su familia a los Estados Unidos, donde permaneció más de cinco años. Corría el año 1872, cuando el Presidente Sarmiento encomendó a su padre Manuel Rafael García Aguirre, se encargue de la contratación y seguimiento de la construcción de barcos de guerra en Londres y París.

Ya en Francia, comienza sus estudios en las ciudades de París, Amiens y Vannes, siguiendo los destinos de su cuñado el entonces capitán Charles Marrier de Lagatinerie, militar francés, casado con su hermana mayor Eduarda “Eda” García-Mansilla. Posteriormente, ingresa al colegio jesuita San Francisco Javier de la ciudad de Vannes, Bretaña, como pupilo, en el que permanece siete años. Allí comienza su formación cristiana y hace sus primeras armas con el recitado de textos clásicos, en actos y representaciones teatrales. En los meses de agosto y septiembre, en compañía de su hermano Eduardo, viven en casa de su tía Manuelita Rosas de Terrero en Londres.

          Finalizada su formación primaria, terminó su bachillerato en la Universidad de Rennes, hoy capital de la región de Bretaña. Posteriormente, completó el nivel universitario en Derecho y Ciencias Morales y Políticas en la Universidad de la Sorbona en París. Una rigurosa disciplina le permitió aprender varios idiomas y perfeccionar su dicción en francés, inglés, italiano y algo de alemán. Más tarde aprendió el portugués. La música era una de sus pasiones y cantaba con frecuencia con su hermano Eduardo.

Colegio San Javier de Vannes, Bretaña, Francia
       Comenzó su carrera diplomática el 18 de octubre de 1886 al ser nombrado, por el Presidente Miguel Juárez Celman, como Agregado a la Legación de Italia, bajo la conducción del Ministro Antonio del Viso. En su larga vida de diplomático ocupó muchos cargos en distintas delegaciones y se convirtió en uno de los miembros del servicio exterior argentino más reconocido. Podemos citar algunos de sus cargos: Oficial de la Legación en Alemania (3-12-1887), Secretario en la Legación de Austria-Hungría (2-1-1888), Primer Secretario interino en comisión en Chile (2-12-1890), Primer Secretario en Brasil (29-7-1893), Encargado de Negocios interino y a cargo del Consulado General de Río de Janeiro (6-10-1893), Primer Secretario en Chile (Febrero 1895) , Primer Secretario en Italia y Suiza (2-6-1896), Primer Secretario en Francia, Bélgica y Santa Sede (2-1-1899), Enviado Extraordinario en misión especial para representar al gobierno en la coronación de S.S. Pio X (Agosto de 1904), Ministro Plenipotenciario en Paraguay (18-9-1905), Ministro Plenipotenciario en Perú y Ecuador (31-1-1907), Ministro Plenipotenciario ante la Santa Sede (22-10-1914), Embajador Extraordinario y Plenipoteciario ante el gobierno de España (8-11-1927) Se extiende su representación otorgándole el cargo de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante la República de Portugal (31-5-1932). Fue uno de los diplomáticos más condecorados de la historia de la diplomacia argentina.

     El gran escritor español Torcuato Luca de Tena nos dejó un magnífico recuerdo sobre la personalidad y la actuación de nuestro tío bisabuelo. “Coincidió con nosotros en el “Cabo de Hornos” un singular personaje: el que fue embajador argentino en el Madrid rojo, señor García-Mansilla que regresaba a su tierra después de haber cumplido en España unas de las labores diplomáticas más brillantes, benéficas y hasta heroicas que cabe imaginar. En mis “Papeles para la pequeña y la gran historia digo de él: “Conocí a García-Mansilla en plena guerra mundial a bordo del Cabo de Hornos, que tardó cuarenta y seis días en hacer el trayecto de Cádiz a Buenos Aires, a causa del rumbo que imponían las potencias beligerantes a los buques neutrales. Estaba casado con una señora Larreta, hermana de Enrique, el gran escritor argentino, autor de la famosa novela “La Gloria de don Ramiro”. Era García-Mansilla un hombre pequeño, enjuto, pálido, con una barbita en punta, similar a la del Caballero de la mano en el pecho, retratado por El Greco. En el Madrid rojo hizo una soberbia labor a lo Pimpinela Escarlata, solo comparable a la realizada por su colega Aurelio Nuñez Morgado, embajador de Chile. Miles de españoles perseguidos deben su vida a estos dos diplomáticos sudamericanos” Empero, el desvelo y la generosidad de este representante argentino no se limitó a la capital de España. El fue quién consiguió la mediación de la Cruz Roja Internacional, en colaboración con la Royal Navy británica, para liberar y salvar de una muerte segura a las mujeres presas en las cárceles flotantes de Bilbao, entre las que se encontraba Maria Luisa Brunet, hermana de mi madre, quién así lo cuenta en sus memorias”.

       “Era García-Mansilla un ingenioso sabelotodo, archivo viviente de noticias pintorescas de la más variada índole y curiosísimas anécdotas. Me distinguió con el afecto de un abuelo con un nieto. Y en los frecuentes paseos por cubierta durante la larguísima travesía, aprendí de él no pocas novedades.”

      Entre su obras literarias podemos citar: “Alma y Sangre”, “Palabra íntima”,“Choses à dire”, “Le portes saintes”, “La justiciere”, “Tartarín de Amérique”, “Poisson de’avril” y “Visto, oído y recordado” Escribió también con el pseudónimo de André de Luján.

        Pretender evocar la figura de este destacado diplomático argentino, excede el propósito de esta semblanza. Su polifacética vida, plena de riquísimas experiencias, aventuras, proyectos, y actividades de todo tipo fue en buena parte relatada en un libro de su autoría titulado: “Visto, oído y recordado” Apuntes de un diplomático argentino, publicado por la Editorial Kraft en el año 1950. Sin embargo, quiero compartir un suceso de la historia del mundo en el que tuvo gran protagonismo. Me refiero a la Guerra Civil Española.

     El embajador Juan Archibaldo Lanús, en su magnífico libro titulado: “Aquel Apogeo” nos relata este hecho, del que haré una pequeña síntesis: “El gobierno del general Agustín P. Justo confirmó el nombramiento del embajador Daniel García-Mansilla ante la República Española, quién había sido previamente designado por el presidente Hipólito Yrigoyen ante el gobierno del general Miguel Primo de Rivera”

“García-Mansilla será, junto con lo demás diplomáticos acreditados en España, el protagonista de la más inusual y extraordinaria historia que haya vivido una misión argentina en el exterior. Lo acompañará el consejero Edgardo Pérez Quesada quién, ocurridos los acontecimientos que relataremos más adelante, quedo a cargo de la Embajada argentina en Madrid, luego trasladada a Valencia. El cónsul en San Sebastián era Alberto Castro Gache, el cónsul general en Barcelona Jorge Blanco Villalta y otros funcionarios de menor jerarquía serán protagonistas de este relato.”

“Este embajador y todos los funcionarios y oficiales de Marina argentina que lo secundaron en los difíciles momentos de la Guerra Civil en España serán los héroes de una acción humanitaria cuya memoria constituye un orgullo para la generosa nación argentina.”

“El embajador y su familia se habían trasladado desde Madrid a Zarauz, pequeño pueblo cercano a la capital donostiarra, donde estaba la sede del gobierno durante el verano. Llegaron el 13 de julio cumpliendo el traslado que hacían casi todas las embajadas acreditadas ante la República. Había alquilado al efecto una residencia llamada la Casa Azul de Ayala…”

“Era difícil prever los acontecimientos. La Embajada no tenía ninguna seguridad, sólo se atinó a izar la bandera. La residencia estaba aislada, García-Mansilla solo pudo comunicarse con el exterior en esos días a través de un buque británico surto en la rada del puerto. Desde Londres la Cancillería recibió el 27 de julio un telegrama de García-Mansilla donde se informaba su incomunicación, adelantando que otorgaría el derecho de asilo a los españoles en peligro que se lo pidiesen”

La Casa Azul de Ayala, Zarautz, Vizcaya, País Vasco, España.
Fotografía gentileza de Ángel Campo López.

“El canciller Saavedra Lamas se comunicó el 5 de agosto transmitiendo su apoyo a la acción en defensa del derecho de asilo, diciéndole a este corajudo diplomático en Zarauz lo siguiente. “lo estimulo y felicito por su patriotismo para continuar manteniendo con altura y energía nuestra representación , especialmente en lo que concierne al asilo prestado a refugiados, que este gobierno considera inviolable y está dispuesto a no permitir que sea burlado”… “no debe abandonarlos en ninguna circunstancia por esta en juego el honor nacional en el asilo acordado y que responde a un derecho consagrado especialmente en América”

El diario “La Razón del 7 de agosto de 1936 comentaba la grave situación de García-Mansilla: “La residencia del embajador sufre un fuerte bloqueo. La zona se halla en poder de las juntas organizadas conforme al estilo soviético. Miembros de estas juntas presionan sobre los ciudadanos asilados en casa del doctor García-Mansilla, invitándoles a que se entregasen prisioneros, a fin de evitar ulterioridades y relevar de un compromiso de tanta responsabilidad al representante argentino. Pero éste es el primero en oponerse a que los asilados abandonen la residencia, puesto que para ellos significaría sin duda alguna la muerte segura, aparte de que está decidido a que se reconozca el derecho de asilo. Se comenta con admiración el noble y firme gesto del embajador, quién por otra parte, ha recibido instrucciones de la Cancillería de su país en el sentido de no abandonar a su suerte a los refugiados”

“La presión para apoderarse de los asilados continuó. El 8 de agosto llegó una comisión de la Federación Anárquica Ibérica que, con ametralladoras y bombas en mano, exigió la entrega de los que pensaban matar como lo hicieron con sesenta oficiales y sargentos del Cuartel de Ayala cuyos cascos portaban”

“El 11 de agosto el señor Presidente Agustín P. Justo le pidió que ponga término de inmediato a la situación retirándose con sus asilados..” “Daniel García-Mansilla morigerará su apasionada cruzada por salvar vidas, pero tendrá la satisfacción de la noble tarea que cumplió. Era una persona idealista que demostró poseer la gracia de esa virtud criolla que se llama ¡coraje! “Recibió innumerables cartas de agradecimiento de las más de 400 asilados que salvaron su vida por su acción humanitaria.

Adela Rodriguez Larreta
Contrajo matrimonio, en Buenos Aires, el 2 de enero de 1905, con Doña Adela Rodríguez Larreta y Maza, hermana del escritor Don Enrique Larreta e hija de Don Carlos Rodríguez Larreta, nacido en Montevideo, el 15 de octubre de 1834 y de Doña Adela Agustina Maza y Oribe, bautizada en Montevideo, el 13 de mayo de 1849. Sin descendencia. Tía Adela murió en Buenos Aires, el 1 de septiembre de 1944.

En el año 1953 recibió el sacramento del Orden Sagrado y previa autorización Pontifícia del Papa Pío XII se ordena de sacerdote. Cotidianamente oficiaba la misa en la Iglesia del Pilar de Buenos Aires. Es el único miembro de nuestra familia que recibió los siete sacramentos de la Iglesia Católica. Murió en Buenos Aires en su residencia de Callao y Las Heras, el domingo 23 de junio de 1957. Está enterrado en la Recoleta, en la bóveda de los García-Mansilla. Una rama de los García de Saavedra

Fuente: "Los García-Mansilla y de Zavalía" Por Manuel Rafael García-Mansilla y Zavalía. Editorial Virtudes. Año 2018.

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